Resumen:
Para la tarea educativa, una concepción filosófica del hombre en la que se ponga de manifiesto lo permanente y lo variable o su unidad y diversidad, resulta máximamente necesaria en los momentos en que el proceso de socialización introyecta de modo débil una concepción del mundo inconsistente y fragmentaria. Tal necesidad proviene de que ''el hombre necesita en cietro grado saber lo que él es para serlo, y la sociedad también" Dicha concepción no la puede proporcionar ninguna metafísica del pasado sin más, sino una metafísica que se articule con una épica, una dramática y una lírica que acojan al hombre en su temporalidad e historicidad.