Resumen:
Mejorar la calidad de la enseñanza universitaria es, sin lugar a dudas, una de las medidas más importantes para mejorar la competitividad de cualquier país. En el caso español, las deficiencias de la universidad son no solo fruto de la masificación, la ineficacia de los gestores o la falta de investigación, sino también resultado de una educación primaria y secundaria mediocre. Mejorar los niveles preuniversitarios y apostar por la calidad en lugar de la endogamia puede revertir la situación.