Resumen:
Las investigaciones realizadas sobre los inicios en la profesión docente, señalan el dato de que una mayoría de los profesores principiantes vive su primer año de trabajo en la enseñanza como una experiencia problemática y estresante. Durante el primer año los profesores van a desarrollar su propia identidad profesional: un autoconcepto sobre cómo soy yo como profesor, y, al mismo tiempo tienen que aprender a utilizar los recursos personales de que disponen para enfrentar con éxito las situaciones de enseñanza.
El artículo estudia el proceso de inciación en la carrera docente, y la ayuda que los profesores principiantes pueden recibir de un mentor: un profesor de más experiencia, encargado de guiar al principiante en el proceso de desarrollo y de cambio interior que supone el primer año de trabajo en la enseñanza. Durante este primer año se produce un proceso de cambio y de reorganización de los conocimientos, valores, actitudes y conceptos que el profesor ha ido desarrollando durante su proceso de formación inicial, hasta que el profesor principiante logra desarrollar su propio estilo de enseñanza.
El artículo profundiza en dos elementos básicos en la vida profesional de los profesores principiantes: el primero, la iniciación del profesor (teacher induction), es decir, la forma en que la escuelas reciben a los nuevos profesores; y el segundo, el apoyo que las escuelas prestan a los profesores principiantes para ayudarles a una iniciación más suave en el trabajo profesional en la enseñanza, básicamente a partir de la ayuda de un profesor tutor (mentor).