Resumen:
La idea de fundar pueblos equipados especialmente con todo
lo que un niño victima de la guerra necesita para recuperar
la salud del cuerpo y del alma, para orientarse en la vida y
dar en ella, bajo una dirección perspicaz y amiga, sus primeros
pasos en la profesión para la que le han descubierto mayores
aptitudes -esa hermosa idea de los «Pueblos Pestalozzi»-,
ha tenido en varios países una acogida realmente emocionante.
El primero de esos pueblos, construido en Suiza, en Trogen,
en respuesta a la generosa iniciativa del señor Walter Corti,
tiene émulos en Italia, en Alemania y en otros sitios más, tanto
que ya ha sido posible constituir una Asociación Internacional
de los «Pueblos Pestalozzi» .